Una zorra traviesa follada duro en la boca en un club nocturno

Buenos días. Les recuerdo que el texto no está en el juego, y yo tengo hambre, así que estoy leyendo una novela.

Vamos.

El autobús se balanceaba en los baches del camino.

Caí profundamente. No estoy acostumbrada a levantarme a las cinco de la mañana.

Al menos en la calle hace calor. Y a pesar de la mitad de enero, la temperatura era casi nula.